Historia

El cajón es uno de los instrumentos peruanos más emblemáticos y versátiles reconocidos, teniendo una tradición histórica que data desde mediados del siglo XVIII. Los ritmos de ascendencia africana llegaron al Perú a través de esclavos africanos despojados de su entorno por la colonia virreinal (la mayoría de Angola y el Congo) que se asentaron en la Costa Norte, Costa Centro (Lima) y Costa Sur del país (Chincha, El Carmen, Cañete), uno de estos ritmos es el zapateo, clásico en los habitantes de esta zona ya mencionada. La prohibición de los tambores hizo a los esclavos buscar otras alternativas, utilizando diversos instrumentos como mesas, sillas, cajas o cualquier otro artefacto de madera que golpeaban con las manos, como los cajones de fruta y otros alimentos que encontraban en desuso en los puertos, principalmente en El Callao. Y así los primeros cajones peruanos como instrumento de percusión, eran construidos de simples cajones de embalaje a los cuales se les desclavaba una tabla para producir una mayor vibración en la madera al ser percutida. Vuelto luego a la función para la que era destinado cotidianamente, no sería en sus inicios catalogado como instrumento musical. Manuel Ascencio Segura, escritor costumbrista y autor teatral que retrató con ingenio a la sociedad peruana del siglo XIX, dedicó una de sus obras teatrales a la tradicional fiesta limeña, “Lances de Amancaes”, la cual fue estrenada en julio de 1862, pero escrita con anterioridad. En dicha obra, Segura muestra el ingenio criollo, jaranista y pícaro de quienes solían asistir a la Pampa de Amancaes, haciendo bailar la zamacueca y mencionando también el cajón en su obra, por lo que se podría considerar como una referencia histórica de la fama del cajón por esos años.

Debido a su riqueza y frecuencia de uso, a su adaptabilidad, funcionalidad, a las técnicas de construcción, al sitial que supo conquistarse entre los peruanos y sobre todo, al desarrollo que lograron los músicos en la ejecución de este, se convirtió en su principal instrumento de percusión. Es notable el desarrollo rítmico del cajón y su difusión en la música de la costa del Perú. Fuente de identificación tanto para la música folklórica como contemporánea, el cajón se convirtió en un símbolo de identidad. El cajón está presente en casi todos los géneros peruanos de marcada raíz africana (landó, festejo, alcatraz, toromata, panalivio, ingá, etc.). Acompaña a su vez al vals peruano, a la polka criolla, al one step, al pasodoble, al tondero y a la marinera. La (RCA) Victor Talking Machine realizó grabaciones del cajón cuando envió a sus técnicos a Lima en 1913. En el año 1928 se realizaron más grabaciones, de las que se vendieron en especial las grabadas el 27 de marzo, con la dirección situada como “Barraganes 350, Lima”.

RCA Victor - Amor Solicitado - Marinera - Saez y Hermanos Ascuez
Grabación fonográfica del tema “Amor Solicitado” interpretado por “Saez y Hermanos Ascuez”

En la década de los años 1950’s, en Trujillo y Chiclayo se hicieron variaciones con el cajón como el de agregarle cuerdas para aumentar su brillo o respuesta hacia los agudos, aunque no tuvo una gran acogida debido a que algunos cajoneros de la época lo consideraban “hacer trampa”. En los años 1970’s y 1980’s, aunque la mayoría de los cajones estaban hechos de cedro, algunas tapas o caras frontales fueron reemplazadas con caoba (un contrachapado con enchapado de caoba). En el año 2001, es declarado Patrimonio Nacional por el Instituto Nacional de Cultura del Perú. La OEA en el 2014 brindó una ceremonia en reconocimiento al cajón como un “Instrumento del Perú para las Américas”.

El cajón es uno de los instrumentos con mayor poder de penetración en la música internacional, atravesando el mundo independientemente del estilo o género.